Nació en Lucca (Italia) el 30 de marzo de 1910. Sus padres, Davino y Annunziata, eran agricultores de condición modesta; tuvieron 12 hijos.
El 3 de abril fue bautizada; recibió el sacramento de la confirmación el 3 de octubre de 1915 y el 7 de mayo de 1916 la Primera Comunión.
A los doce años decidió entregarse por completo a Dios, sintiendo la llamada a la vocación religiosa. El 24 de mayo de 1930 ingresó como postulante en las Hermanas Carmelitas de Santa Teresa de Campi Bisenzio (Florencia).
Permaneció en el convento 14 meses, pero en agosto de 1931 no se le permitió continuar porque padecía dolencias físicas de naturaleza no especificada. Unos años más tarde fue aceptada en la Tercera Orden Seglar Carmelita, en la que tomó el nombre de Teresa del Niño Jesús. Humilde, silenciosa, sonriente, trató de vivir el lema-programa: "Amar, sufrir, callar: mi vida se resume aquí". En el último período de su vida, aunque reducida a la inmovilidad del lecho por su enfermedad, Anita se convirtió en promotora y animadora de numerosas iniciativas parroquiales y apostólicas.
Murió el 24 de agosto de 1942.
El decreto sobre las virtudes heroicas fue promulgado el 21 de diciembre de 1991.