Nació el 25 de abril de 1905 en Palma de Mallorca (Islas Baleares, España). Tenía todo lo que se pueda desear: riqueza, comodidad, influencia en la sociedad... le apasionaba la lectura, el cine y el deporte. A los 22 años se enamoró radicalmente de Jesús y al año siguiente entró en el Carmelo. Por Él lo deja todo. Desde el primer momento se sumerge en la santidad por la observancia de la Regla y de las Constituciones, con un esfuerzo constante y creciente "sin mitigación, hasta la muerte".
Se consagra al Corazón de Jesús y pone su morada en él. Allí encuentra la paz inalterable y la alegría del corazón, cambiando su voluntad y su comodidad para colaborar en la obra redentora de su Amado.
Espejo de humildad y olvido total de sí misma; buena madre para todos, siempre dispuesta a ayudar a los demás en cualquier necesidad, se esconde en la noche de la vida común hasta hacer connatural y dulce su generosa donación. Su serenidad se nota fácilmente, irradia paz a su alrededor.
Después de haber vivido 70 años en el Carmelo, "inmensamente feliz", entrega su alma a Dios a los 93 años, el 7 de febrero de 1999. Su muerte va acompañada de signos y gracias.
La investigación diocesana sobre "vida, virtud y fama de santidad" se abrió el 21 de diciembre de 2009 en la diócesis de Mallorca.